El secreto de Voltaire y la lotería

En nuestros libros de historia, cuando llegamos a estudiar la Ilustración y el siglo XVIII en Francia, nos encontramos con una figura destacada. El nombre François-Marie Arouet quizá no os suene de gran cosa, pero la cosa cambia cuando utilizamos su pseudónimo: Voltaire.

Conocido como uno de los grandes pensadores y teóricos de la historia, poseía una gran fortuna que le convirtió en uno de los hombres más ricos de Francia. Ni su familia era millonaria ni su trabajo era el mejor remunerado, por lo que la fortuna de Voltaire no tenía una clara procedencia.

Tras años de estudios sobre la biografía de Voltaire, se descubrió el secreto mejor guardado del filósofo, el origen de su millonario patrimonio. Y esta andadura comenzó nada más salir de la cárcel, donde estuvo recluido por una disputa pública con un aristócrata galo. Se trataba del juego de la lotería, Voltaire hizo una inmensa fortuna conociendo los números y manejándolos a su antojo con la inestimable ayuda del matemático Condamine. De ahí que hasta se haya desarrollado un método con su nombre. Pero ¿cuál era?

Cuando Condamine y Voltaire se conocieron, ambos trazaron el plan perfecto. Por entonces, la economía francesa atravesaba una crisis y los responsables de Finanzas del país vecino tuvieron una idea para reflotar la situación. Para incentivar a la población a comprar bonos, los ofrecían a precios muy bajos, y además regalaban un billete de lotería equivalente a su valor.

En el juego, además de cobrar el valor real de ese bono, ganarían 500.000 libras francesas como extra. Voltaire y Condamine lo vieron claro, al tener unos bonos con un precio de mercado tan bajo, cuantos más comprasen tendrían muchas más posibilidades de ganar. Así que se asociaron con otros inversores de la zona para financiar la compra de miles de bonos y los resultados no tardarían en llegar. Todos los socios comenzaron a hacerse ricos, y Voltaire el primero.

Lo mejor de esta historia son los frutos que ha traído consigo la lotería de Voltaire. Con parte de la fortuna ganada, además de inversiones propias, el filósofo organizó una expedición a Ecuador con el fin de verificar que la Tierra no era una esfera perfecta. En ese viaje, descubrieron materiales como el caucho, que tiempo más tarde se convertiría en un elemento imprescindible en la industria.

Además, descubrieron una sustancia tan misteriosa como la quinina, con una evolución llamativa a lo largo de la historia. Primero se había empleado para combatir la malaria en los países afectados por ella, pero su uso avanzó hasta ser un ingrediente esencial en la elaboración de los gin-tonics que hoy nos tomamos en Bingo Costa Verde. ¡Pues no era listo este Voltaire!

Fotografía de Elvis PresleyFotografía de un TPV